NO SOY FELIZ

 

Soy Alitia y soy neurótica.

 He pensado desde hace mucho tiempo, ¿por qué no soy feliz? Siempre pensé que todos los demás eran felices menos yo.

Yo fui una hija no deseada, por eso me dieron en adopción.  Mi nueva familia me dio un hogar con muchas comodidades, pero extrañamente me hacían sentir vacía. Mi padre era un hombre alcohólico que era muy violento, mi madre era una madre diferente. MI nueva familia éramos nosotros tres. Yo quería tener hermanos, pero nunca llego mas familia.  Eso también me hizo infeliz. Yo quería convivir con mas niños., por eso cuando era el momento de entrar a la escuela me causo mucha emoción. El oler cosas nuevas, mochilas, lápices eso me daba felicidad, pero pasaba pronto por que en algún momento la mochila dejaba de tener el olor a nuevo y los colores se acababan o se me perdían y eso me causaba problemas.  Me di cuenta que yo quería estar rodeada de más niños, pero yo no sabia convivir con ellos así que yo fui infeliz en mi etapa escolar

En la adolescencia soñaba con demasiada frecuencia y al verme al espejo no me gustaba mi físico así me volví a sentir muy insegura., ya  qué no me sentía adecuada. Viví con baja autoestima, y cuando alguien se fijó en mí. No lo quise perder. Llegue a pensar que vivir en pareja iba a solucionar el problema que yo tenía desde hace mucho tiempo.

Llegaron los hijos y por momentos fui tan feliz. Pero en algún momento ellos se enfermaron y me llene de mucha responsabilidad, cuentas por pagar, uniforme que lavar que no tenia tiempo para ser feliz.

 

En algún momento pensé que todo lo que yo nunca tuve era la felicidad. Anhelé tener una familia y pensé que la familia era sinónimo de felicidad. Que las personas me iban a dar felicidad, pensé que adquiriendo pertenencias podía ser feliz pero muy contrariamente el hueco se hizo mas grande. los éxitos en el trabajo y escuela tampoco me daban felicidad porque siempre deseaba tener más y más.  nada era suficiente

 

En algún momento el sentirme tan triste me hizo llegar a un grupo de autoayuda. Fui afortunada por que encontré una agrupación.  Nael me dio la oportunidad de conocerme y poder hablar de todos mis momentos de tristeza. Descubrí que siempre busqué la felicidad en el exterior. Nunca se me ocurrió buscar en mi interior para ser feliz. Gracias a Nael vivo un proceso interno donde trabajo día a día con mis emociones. Me han ayudado a conocerme y aceptarme así como soy  g

 «NO SOY FELIZ»

Hola mi nombre es Cecilia y soy neurótica.

No soy feliz porque sucede que en cierto tiempo de mi vida deja de vivir mi papá como consecuencia de una enfermedad terminal y se inicia en mí una especie de crisis dolorosa en donde mis pensamientos empiezan a ser destructivos, siento entonces no tener ya ningún deseo de vivir , muchas cosas se me hacen ya muy difíciles de poderlas hacer y no lograba concentrarme en mis actividades porque en ese tiempo me sentía sumamente triste y veía a la gente reír en la calle y ser felices y yo sentía que me dolía el alma, lloraba mucho y ya no deseaba vivir. Ahora que estoy en el grupo de Neuróticos Anónimos en Línea he podido entender que me cuesta mucho aceptar perder a personas que me dan amor o afecto y me tratan bien y poco a poco pude comprender que al convivir con las personas espero recibir su aceptación, que me agradezcan lo que hago por ellas o reconozcan cualidades en mí y cuando no sucede me produce dolor o coraje.

La sonrisa volvió a dibujarse en mi rostro cuando encontré el Grupo de Neuróticos Anónimos en Línea y encuentro ahí que muchas otras personas también tenían pensamientos muy  violentos como el deseo de agredir verbal o físicamente, de humillar a otras personas; también sufría de pensamientos relacionados con mi sexualidad, la cual no pude entender desde la infancia hasta la edad adulta y no me dejaban estos pensamientos o disturbios vivir tranquila ni feliz, me asustaban y confundían, sin embargo con ayuda de la Terapia de Doce Pasos del Grupo de Neuróticos Anónimos en Línea he podido encontrar una solución para tener una vida Feliz y Útil  y vivir con tranquilidad.

 

«EL DINERO NO DA LA FELICIDAD»

 

Soy Marthy y soy neurótica.

Soy una persona que pensaba que el dinero lo da todo: poder, status social, seguridad etc., y creía ciegamente que todo lo compra y así estar tranquila, disfrutando de ello sin preocupaciones.

Mi bisabuela paterna fue hacendada, y en mi familia hay un dicho “que con dinero el perro baila”.

Mi padre cuando se casa no quiso dejar a mis abuelos y llevo a mi madre a vivir con ellos, porque si no lo hacía lo desheredaban. Y aunque yo veía que él trabajaba nunca tenía dinero, todo se lo daba a mis abuelos.

Mi madre no soporto esa vida y se fue, y ella toma el papel de proveedor.

Yo crecí con muchas carencias económicas y afectivas el padre casi no estaba con mis hermanos ni conmigo. Pero absurdamente el apellido es de renombre y ante la gente mi familia seguía siendo importante con poder y con dinero.

Yo por tener ese apellido, los padres de mis amigos me abrían las puertas, y me atendían primero en las tiendas o en cualquier lugar de mi pueblo, me acostumbré a ello y crecí con esas ideas de que uno vale por lo que tiene y que me merecía todo y que las personas tenían que estar a mi entera disposición.

 A los 25 años mi padre me da una casa grande como herencia y me puso un negocio, honestamente yo perdí el piso, me sentía poderosa, segura.

Mi esposo no quería vivir en mi casa pero yo manipule para que él aceptara y eso porque yo no quería perder mi status, ni poder. Mi padre siempre me dijo que una mujer con dinero se debe cuidar y que no debe confiar en nadie.

Yo soy una persona que humilla a las personas, que exige, grita, ordena y que me gusta que se haga mi voluntad sin importarme pisotearlos por que la del dinero soy yo.

Por hoy tengo una casa, negocio, una profesión, 2 hijos maravillosos, a mis padres un esposo y mis hermanos.

Y con todo esto “no soy feliz”, siempre me he sentido insatisfecha, vacía siempre quiero más y al dinero lo atesoro y me gusta guardarlo me duele gastarlo o comprarme algo. Porque también siento que a nadie le importo o me quiera.

No disfrutaba de nada, pero ahora que estoy en NAEL poco a poco he podido comprarme un helado y disfrutarlo, o de invitarles algo tanto a mi esposo como a mis hijos, sin estar contando hasta los centavos. Y dar las gracias a un Poder Superior que me quiere y me trajo a un grupo. Poder dormir, y sentirme tranquila.