Dependencia no es una palabra extraña, la escuché desde siempre y simplemente creía que significaba necesitar algo. Nunca me detuve a pensar lo que depender es realmente en la práctica y hasta qué punto. Hoy a unas semanas de haber ingresado a las reuniones de NAEL comienzo a darle un nuevo significado, más profundo. Mi enorme dependencia a alguien a quien yo creía amar profundamente (y digo creía por que amar sanamente es no crear dependencia) se extendió a otra persona con perfil psicopático con quien tiene un lazo muy cercano y sin darme cuenta me sumergí en una situación llena de miedo, ansiedad y hasta arriesgué mi vida porque esta gente es controladora y peligrosa. Entré en una verdadera lucha de sobrevivencia, hoy despierto cada mañana con la sugerencia de un buen compañero: la oración de la serenidad, buscando un nuevo camino para desdibujar todo ese aprendizaje erróneo, conocerme, aprender a quererme y encontrar la maravillosa serenidad.
Gracias por el servicio.