«Yo lo amo pero él no me ama igual que yo a él»

Hola soy Adriana y soy Neurótica, quiero agradecerles el servicio para compartir mi experiencia sobre cómo yo veía lo que debería ser el amor cuando no había llegado a Neuróticos Anónimos en Línea.

Antes,  pensaba que el amor era igual a tener una poseción, así que si tenía amistades o pareja eran sólo de mi propiedad, las celaba muchísimo y casi les ordenaba cómo deberían de amarme y si no cumplían con lo que yo en ese momento necesitaba pues hacía muchos berrinches hasta lograr que me dieran lo que yo tanto pedía o que me amaran como yo lo merecía.

La necesidad de que me quisieran era tan grande que hostigaba a la gente, estaba siempre sobre las personas  y cada una de ellas deberían saber lo que quería y lo que necesitaba; Era muy complicado porque ni yo sabía con justa razón qué era lo que necesitaba. Mi pareja actual no se cuántas veces ha cambiado para agradarme y sigo pensando que no es suficiente, siempre quiero más de él claro, porque cuando me toca  dar pues se me complica muchísimo.  Vamos a cumplir años de casados y fuí a una joyería, empecé viendo lo más caro, conforme seguía viendo pensaba cómo le voy a comprar esto, si él nunca me lo a dado!  en fin, salí de la tienda sin nada, en realidad no pude comprarle nada por ese pensamiento que tuve de que él jamás me había regalado algo como lo que allí se vendía.

Cuando recibo algún obsequio se me hace poco,  en realidad insignificante y por el otro lado cuando el obsequio es de muy buena calidad siento que yo no merezco tanto.

Actualmente estoy en Neuróticos Anónimos en Línea  y me han enseñado lo que es el amor adulto, que no tiene exigencias, simplemente se da porque se quiere y no porque quiera recibir algo a cambio, me he dado cuenta de cómo manipulaba a mi pareja para obtener algo y ví que lo hacía responsable de todos mis fracasos tanto profesionales, como en la educación de mis hijos.

Por hoy les puedo decir que me estoy reencontrando, he comenzando a amarme y  a respetarme porque me hago mucho daño, me castigo por no haber cumplido con mis sueños. Sé que aún me falta mucho camino por recorrer pero quisiera compartirles que  he dejado de fumar, puedo hacer la tarea con mis hijos sin gritos o golpes; Para mí esto es haber comenzado a practicar el puro amor, es decir, el amor verdadero.

Les agradezco mucho y serenas 24.